VIDA DE ESTE CORCHO
Esta
es la historia del viejo corcho de botella de vino de a euro que soñaba cerrar
algún día un Rioja Gran Reserva. Pues quiso el destino que un día por error -y
por vino-, equivocaran los corchos quienes bebían. Hallose entonces el humilde
corcho en la cima, en la cúspide, imbuido de grandes aromas y placeres. Sus
poros todos se llenaban de aquella mezcla de condensación y gravedad afrutada. Pensó entonces el corcho que había tocado la cima, que
en el ultimo momento había salido al fin de su triste vida sobre un caldo
destinado a pescados de horno y guisos de cordero. Creyó que que había llegado
a donde ningún otro como él, había llegado antes. Duro poco su gloria porque
poco duro también el vino que tenia debajo.Asi que antes de lo que pensaba
termino en el cubo de basura junto al corcho ilustre de agrio final que había
sido su compañero. Los dos reposaban sobre una mugrienta piel de plátano
aderezada como todo cuanto tenían alrededor, con yogur:
-Amigo mio, parto feliz, he vivido como tu,
aunque solo fuera un poco –le dijo como para quedar luego mirando al infinito
si tuviera ojos.
-Pues yo hubiera preferido no conocer tu
miseria. Me iría mas contento.
Reflexiono entonces el bueno del viejo corcho y
recordó un instante la miseria de la que el otro le hablaba.
-Tocar el cielo un segundo no basta para ser
feliz-añadio el corcho riojano.
“Pero este que es un corcho o un filosofo cilíndrico”
–pensó nuestro viejo amigo-¿Quiere amargar mi felicidad o que?
-Lo que cuenta es la vida vivida, esa vida
distinguida en aquella bodega a 18 grados y 75 % de humedad.
-Si, si, ahora se de lo que me hablas
-Sabes todo el tiempo que has malgastado en esa
miserable botella? -Los placeres que te has perdido.
-No solo sé de los que he conocido
-Si lo que tú quieras pero dime: ¿A que hueles tú
ahora y a que huelo yo, ilustre corcho?
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