Pandemia cardiaca
- Como puede
constatarse en el presente informe, las puntas de las flechas decomisadas al
acusado estaban impregnadas del mismo veneno, no mortal, pero causante de
graves males cardiacos, hallado en los cuerpos de todas las personas que hasta ahora han llegado aquí,
existiendo además indicios fundados de que lo mismo sucederá con la multitud
que está por llegar.
En el registro
domiciliario del señor C., comprobamos que dicho veneno le fue suministrado por
el señor Belcebú, el cual por inmunidad diplomática no se encuentra hoy en el
banquillo de los acusados.
Teniendo presente
asimismo que la epidemia causada por el imputado ha afectado a millones de
personas, podemos y debemos calificar el delito como muy grave, dictando así la
presente sentencia:
Queda el acusado
inhabilitado indefinidamente para su actividad profesional, estando su nuevo
destino fijado en las oficinas del antes mencionado señor Belcebú, de quien
será responsabilidad definir sus nuevas funciones. Tampoco podrá el señor C. volver a personarse
en las instalaciones de Edén S.A. Se levanta la sesión.
Y así fue como
al fin en la Tierra, tras dos milenios de graves males de corazón, las aguas
del amor verdadero volvieron a su cauce.
Ahora que al fin
se ha levantado el secreto de sumario, podemos revelarles el nombre que se
esconde tras la inicial C. Se trata, como por otra parte habrán deducido, del
señor Cupido, que tentado por las promesas del mismo diablo, terminó por acabar
con las relaciones amorosas en nuestro planeta. No se enteró jamás de la verdad
la raza humana, gracias a la incredulidad en las cosas de la fe con que fueron
creados, todavía siguen creyendo que el amor no funcionaba por culpa de la
esencia de su condición mortal, cambiante y poco dada al compromiso duradero.
Ignoraban que el causante verdadero no era otro que el veneno del demonio, un
bebedizo compuesto de unas gotas de obnubilación, un chorrito de traición, una
ramita de inconstancia, un toque de lujuria y unas hojas de estupidez, todo
ello agitado, no revuelto. En conjunto, un líquido espeso, de olor dulzón y
sabor amargo, conocido como tentación.
J.D.
Publicado en febrero de 2014 en el diario El Progreso
Publicado en febrero de 2014 en el diario El Progreso
No hay comentarios:
Publicar un comentario