Fábula de los vicios y las virtudes

Fábula de los vicios y las virtudes

- Vos que poseéis la virtud de la palabra, confesadme vuestros vicios...

- Si las palabras son virtud, entonces mudos son los vicios.

- ¿Me decís que no hay palabras para vicios ni vicios de palabra?

- Os digo que los vicios son inconfesables.

- ¿Y si yo os confieso un vicio?

- Confesareis pues la virtud del vicio que no es vicio

- Así que los vicios son callados...

- Y secretos.

- ¿Siempre?

- Desde que nacen, escondidos tras las sombras de la conciencia.

- ¿Y se mueren?

- No muere jamás el vicio que lo es...Puede ocultarse tras las letras de un libro, tras las lagrimas de un llanto o tras las mentiras piadosas, pero ¿morir? Jamás.

- Me esta confundiendo más aún pues ya no sé que es virtud y qué, vicio.

- Entonces vamos por buen camino.

- ¿Me pedís que peque, pensando que hago el bien?

- No creo haberte dicho que el vicio sea pecado ni que el bien sea virtud.

- Habrá al menos, aunque solo sea, un gran vicio y una gran virtud...

- Siempre habrá quien vea virtud en los grandes vicios y a quien le parezca un vicio la mas grande virtud.

- ¿Me lo resume pues en conclusión?

- No hay virtud pura, ni hay vicio puro. Vivimos entre la gula y la abstinencia, entre el amor y los placeres prohibidos, entre la paz y la vileza, entre la realidad y el sueño, y siempre en medio, perdonamos nuestros vicios y nos dejamos fortalecer por nuestras virtudes...Llueve en forma de vicio y cuando escampa, sale el sol en el horizonte de la virtud...y nunca llueve que no escampe pero tampoco el escampe dura siempre, que gusta el agua de mojar lo seco y lo seco de humedecerse. Se place el silencio de ser virtud cuando toca callar pero también se place de ser vicio cuando mas valiera hablar. Gustan las palabras de ser virtud cuando desean ser escuchadas y de ser vicio cuando un simple gesto o un silencio sustituiría a 1000 de ellas.

- Ahora creo entenderlo...y veo que no sólo tiene vuesa merced la virtud de la palabra sino la virtud del vicio y el vicio de la virtud.

- Allí donde termina la virtud se halla el vicio y allí donde el vicio se hace infinito comienza la virtud.